por José Roberto Espinosa
Especialista en Medio Ambiente y Escritor
Cuarenta hectáreas de campo fue la superficie destinada al despliegue y desarrollo de un evento de jerarquía nacional: El INTA Expone, de la Región Pampeana, y allí estuvimos con Guía Hueney.
La ciudad de Marcos Juárez –Córdoba- tuvo el privilegio de recibir, desde el 15 al 17 de abril pasado, a técnicos, productores, industriales, estudiantes y público en general de todo el país. Se pudo apreciar y valorar la importante tarea del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria sobre investigación y extensión agropecuaria.
La expo presentó un diseño circular, lo cual permitió la presentación de diferentes ejes temáticos e institucionales, y su distribución entre la investigación y extensión, poniendo así de relieve el valor agregado en todos los procesos productivos, lo que posiblemente logre mejorar la capacidad productiva, y consecuentemente, la calidad de vida de los argentinos.
El desarrollo de la ciencia y la tecnología en recursos naturales y gestión ambiental, ganadería, silvicultura, producciones intensivas, agricultura familiar, ganadería y extensión, entre otras, fue exhibido a través de numerosos stands ubicados al aire libre y en carpas de diferentes formas y tamaños localizadas en tres anillos concéntricos que se relacionaban desde afuera hacia el centro. La producción primaria ocupaba el primer anillo; en el segundo, se ubicaba lo referente a manejo y transformación; para concluir, en la parte central se destacaba la exposición de productos terminados y productos institucionales.
De esta manera, el conjunto de actividades vinculadas con la producción de agro alimentos marcaron su presencia en INTA Expone 2011.
Quedan algunos temas por resolver que no son de responsabilidad exclusiva del INTA. Argentina necesita la sanción de una ley de fitosanitarios de alcance nacional, que permita regular el uso de grandes volúmenes de agroquímicos: fertilizantes fosforados, fungicidas, insecticidas y herbicidas (glifosato y atazina). La producción de soja utiliza aproximadamente 200 millones de litros de herbicidas. Un aspecto esencial es la correcta aplicación de estos productos, pues su seguridad se encuentra íntimamente ligado a ello, y mal aplicados se transforman en altamente peligrosos.
Es necesario recabar datos de forma sistemática para que los centros de investigación (como las universidades) determinen el impacto de los agroquímicos en la salud humana y en el ambiente. Estos trabajos de campo deben ser promovidos por el Estado Nacional, los gobiernos provinciales y municipales para llevar tranquilidad a la población.
Desde la Dirección de Guía Hueney en su área Ecología, agradecemos al INTA San Luis, en la persona de Matías Centeno por su disposición profesional y personal en favor de nuestra participación en este evento.