3 nov 2010

EDICIÓN Nº 31 SEPTIEMBRE - OCTUBRE

Desarrollo Sostenible
Por iniciativa de Naciones Unidas y con el propósito de estudiar de modo interrelacionado los problemas ambientales de nuestro planeta, en 1983 inició sus trabajos la “Comisión Brundtland”, que dedicó varios años en recorrer distintas áreas del planeta; entrevistando a expertos, campesinos, habitantes de ciudades y gobernantes; para concluir en el año 1987 con la redacción de un importante documento bajo el título “Nuestro Futuro Común”, donde vincularon los problemas ambientales con la economía internacional y los modelos de desarrollo.
Concluyen, que los problemas ambientales debían verse y tratarse desde sus causas (es decir, desde donde se originan) y no desde sus consecuencias. Señalan además que cada vez que se va a los orígenes, aparecen siempre involucrados los modelos económicos. De esta manera surge la propuesta “Desarrollo Sostenible” que refiere “es aquel que satisface las necesidades presentes sin comprometer la satisfacción de las necesidades de las generaciones futuras”. Ello supone poner énfasis en el equilibrio social y ecológico como garantía de un planeta que necesita desenvolverse sin comprometer y poner en peligro a la humanidad, la que debe transitar por un camino de armonía entre sí y con la naturaleza misma.
Al momento de definir “desarrollo sostenible” surgen dos ideas fundamentales que merecen ser tenidas en cuenta:
1º la de “Necesidades” (satisfacerlas). No es posible afirmar o garantizar satisfacer todas las supuestas necesidades que las comunidades requieren, porque existen -2º idea- “límites” que son impuestos por la capacidad de carga de los “ecosistemas”.
Se podrá argumentar que esta capacidad de carga, está modificada por toda la tecnología incorporada a las actividades productivas, lo que además permitiría continuar sometiéndola a modificación, ayudada por la nueva organización social. ¡Cuidado con estos argumentos facilistas!
La biosfera en su conjunto no tiene una capacidad de carga para soportar desmedidamente a una población que requiere agua, suelo, alimentos y otros bienes, sin ningún tipo de límites; con el agravante de que esta misma es la que produce grandes volúmenes de desechos y contaminantes. Es alarmante la utilización de los recursos naturales no renovables (combustibles fósiles, minería) y la velocidad de uso de los “renovables” que han perdido la capacidad de recuperación.
El Informe Brundtland dice “en particular hay que satisfacer las necesidades esenciales de los más pobres, siendo necesario otorgar prioridad a aquellos que todavía no tienen satisfechos los niveles básicos de calidad de vida.”
¿Se está actuando en esta dirección?
La Conferencia de Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo, celebrada en Río de Janeiro -06/1992- consideró el Informe Brundtland, y al respecto acordó “Todos los Estados y todas las personas deberán cooperar en la tarea esencial de erradicar la pobreza como requisito indispensable del desarrollo sostenible, a fin de reducir las disponibilidades en los niveles de vida, y responder mejor a las necesidades de la mayoría de los pueblos del mundo”.
Como hemos visto, existen límites en la satisfacción de necesidades de las comunidades, propios de la escasa capacidad de carga de la biosfera en su conjunto. Los recursos que aparecían como inagotables van desapareciendo sistemáticamente.
Entonces, corresponde preguntar: ¿qué necesidades se deben cubrir prioritariamente?, ¿la mayor suntuosidad de quiénes ya tienen bastante, o las necesidades de los más de mil millones de seres humanos que en el mundo no tienen cubiertas sus necesidades básicas?