5 mar 2010

EDICION Nº 27 ENERO-FEBRERO 2010

Lo que dejó la Cumbre de Copenhague


Si bien hubo acuerdo, este, resulta insuficiente al no haber incluido metas de reducción de gases de efecto invernadero, ya sea a mediano o a largo plazo. Científicos sostienen que para evitar el aumento en la temperatura, es necesario que los países industrializados reduzcan a mediano plazo (año 2020) sus emisiones entre el 25% y 40% respecto a niveles de 1990; y a largo plazo (año 2050) en un 80%.
La rispidéz de las negociaciones estuvo centrada en el CRECIMIENTO de países emergentes, a quiénes se les exigía grandes esfuerzos para reconvertir sus industrias.
Los europeos terminaron con una promesa de reducción del 20%, mientras EE.UU. insistía en un 17% de acuerdo a la Ley que ya tenía media sanción por la Cámara de Representantes por el 2020 con respecto a los niveles del 2005, lo que en la práctica significa un 3% o 4% considerando los niveles de 1990, como lo habían propuesto Canadá, Japón y la Comunidad Europea.
China, que acredita 16 de las 20 ciudades más contaminadas del planeta, había anunciado un compromiso de reducción del 40% al 45%, pero no admitió que Org. internacionales examinaran su compromiso y sus industrias.
En definitiva resultaron cifras que se convertían en otras, según contra qué niveles se las comparaba; además sólo fueron promesas que no quedaron plasmadas en un compromiso formal.
100.000 millones de U$S son los que se necesitan por año, para ayudar a los países emergentes en todo el proceso de reconversión de sus industrias. Sólo 10.000 millones de U$S se invertirán entre 2010 y 2012; y recién a partir de 2020 podrán aparecer los millones suficientes para mitigación y adaptación.
El compromiso cerrado – que tuvo el rechazo de varios países – no es otra cosa que un resumen de buenas intenciones, ya que no es vinculante ni prevé sanciones para quiénes no las cumplan.
La mayor reunión de cambio climático de la historia quedó lejos de las expectativas generadas a nivel mundial, por lo que podría decirse que la Cumbre de Copenhague fue un verdadero fracaso.
Lo concreto es, que los países ricos y los pobres en vías de desarrollo, continuarán emitiendo gases de efecto invernadero y las consecuencias serán cada vez más notables.
Nuestro Venado de las Pampas: más cerca de su extinción.
Por Ley, se declaró de Interés Público a la especie Venado o Ciervo de las Pampas (O. V. Celer). Incluso fue declarado “Monumento Natural”, para garantía de su integridad. Cuando hacemos un recorrido sobre su actual situación, nos provoca tristeza y fastidio a la vez, ver tanta negligencia e hipocresía.
A partir de 1994 se realizaron talleres con importantes Org. e Inst. Prov., Nac. e internacionales; en tanto, el INTA San Luis, la Fundación Vida Silvestre y el propio Gobierno Provincial dieron a conocer un documento trabajado. En 1997 el Gob. Prov. y Nac. firmaron el Convenio de creación del “Parque Nac. de los Venados”, acordando un área núcleo para estos.
Informes técnicos revelan que en 1999 aparecen las primeras dificultades: la construcción de 2 rutas que atraviesan esta área; y, a pesar de que existió dinero no se compraron las tierras. El proyecto terminó en un fracaso.
Hoy, los pocos ejemplares observados, deambulan en cercanías de los alambrados que delimitan las rutas construidas, quedando a expensas de cazadores furtivos. Por su parte la comunidad Ranquel recibe a pastoreo ganado ovino y bovino eliminando con ello las pasturas naturales que son parte de la dieta alimentaría del venado.
¿Podrán los venados subsistir ante tanta adversidad?; difícilmente sino es con la intervención efectiva del estado y de la sociedad.